El Hipotiroidismo es un desorden de la glándula
tiroides en el que se producen menos hormonas, que se encargan de regular el
metabolismo de todas las células del cuerpo (cerebro, piel, corazón, sistema
digestivo, sistema respiratorio, etc.).
Los síntomas pueden ser muy amplios: cansancio, piel
seca, cabello débil, fragilidad de uñas, somnolencia, constipación, aumento de
peso, intolerancia al frío, trastornos del ciclo menstrual, infertilidad en la mujer
e hipercolesterolemia.
Repasemos qué lectura se le da a cada uno de los
síntomas para conocer mejor el cuadro general.
La clave está en tomar como señal a cada uno de los
síntomas sin descalificar o minimizar ninguno.
Las preguntas que nos permitirán despertar y conocer
el verdadero origen de la dolencia son:
¿QUÉ ME IMPIDE ESTE SÍNTOMA? Y ¿QUÉ ME IMPONE ESTE SÍNTOMA?
Aquí detallo la información general, luego
está en cada uno de nosotros, medir cuál es la problemática que prevalece en nuestro
cuerpo actualmente.
Cansancio: el cansancio nos lleva a pensar en
qué invertimos nuestro tiempo y fuerza ya que sentimos que no damos más.
Por lo tanto, uno tiene que seleccionar lo prioritario del día. Esta selección
implica que queda poco margen o ninguno
para hacer por los demás (para quedar bien o manipular con nuestras acciones).
También
cabe la pregunta: ¿Qué
es lo que nos agota tanto? Una de las posibles respuestas está en nuestras
elucubraciones. “Diálogo interno”, le dicen. Es aquella conversación constante
que llevamos con nosotros mismos en nuestras mentes. Nos dejamos guiar por
suposiciones, por interpretaciones y por
impulsos que nadie más que nosotros les dio el poder de dirigir nuestra vida.
Un ejercicio valioso para estos casos
es registrar cada pensamiento o creencia que se nos viene a la mente, para
poder al final del día, ver lo contaminados que estamos y sobretodo, cuál es el
área que más atacamos.
Por supuesto, que hay que tener en cuenta a qué y a quién nos
dedicamos. El cansancio denota aburrimiento y falta de compromiso con lo que se está haciendo…
Piel seca: todas las cuestiones con la piel representan problemas de
convivencia. Si la tendencia es a la piel seca, que hasta llega a formarse una
capa dura, claramente la persona se está acorazando, no está dando todo el caudal
de amor del que es capaz. No hay buen
intercambio entre el ”interior” y el
“exterior”. Las cuestiones a trabajar serían la confianza, la alegría y la
espontaneidad.
Cabello débil. Al cabello se lo asocia con la fuerza, el vigor y la jovialidad. Con
la caída del cabello se manifiesta que ya no tenemos la fuerza de antes; y
también que nos estamos poniendo más rígidos en pensamientos y posiciones. Si
la caída es por tensión, es que manifestamos una actitud de debilidad ya que no
estamos afrontando los cambios como debiéramos. Cuando el cuero cabelludo no se
siente irrigado por nuevas ideas, por un entendimiento más flexible, la sangre,
que es la esencia vital no llega a nutrir la cabellera, por lo tanto se parte y
debilita hasta caer.
El antídoto es ver en qué aspecto estamos siendo
“cabezaduras”.
Uñas: La
piel nos protege, las uñas nos defienden. Si las uñas están debilitadas, no
tenemos armas para delimitar hasta donde se pueden acercar los demás, qué nos
molesta y no tenemos con qué “atacar” si es necesario. Por lo tanto, la persona
se empieza a sentir desvalida, lo que conlleva al posterior sometimiento.
Somnolencia.
El buen dormir manifiesta entrega y confianza. Permite reponer energías y uno
está permeable a abrirse al mundo onírico que es un limpiador psíquico.
La cuestión es cuando las ganas de dormir son
excesivas. Esa necesidad imperiosa de estar en la cama durmiendo ya no es positiva. La lectura que se le da al dormir de
más es la de intentar evadir la realidad por temor a las exigencias del día. En
el caso del hipotiroidismo esa evasión puede estar motivada por la falta de
voluntad, de fuerza o de orientación.
Constipación: Implica no poder fluir
con las leyes de la vida, tomando el alimento y desechando lo que no nos sirve.
El miedo a la pérdida, a no tener más adelante, toma el protagonismo y la
persona necesita tener el control de los acontecimientos.
Lo
mismo ocurre con los vínculos, ellos también afectan la función del intestino
grueso. Cuando somos posesivos y no tratamos al otro con desapego nuestro
organismo se resiente.
Trabajar
en tomar una actitud desprendida ante
las cosas y afectos, es la solución para vivir con intensidad el presente,
livianos de peso y despejados para poder disfrutarlo.
Aumento de peso:
Si bien hay muchas variables para analizar el
sobrepeso, lo que prepondera es la desvalorización y la impotencia.
Cuando tenemos sobrepeso nos estamos “autocastigando”
con la acumulación de lastre/grasa/kilos=culpa=insatisfacción=impotencia=vergüenza;
ya sea para asegurarnos el fracaso, para fallar de antemano o para que todo nos
cueste el triple y tardemos mucho más que el resto.
Intolerancia al frío:
El frío implica miedo, asociado a no tener la fuerza suficiente o la capacidad
para enfrentar lo que se siente como
exigencia.
Hipercolesterolemia: se obstruyen los canales
(las arterias) que llevan el amor, el vigor y la vitalidad (la sangre). De
alguna manera, es negarse a la alegría y al disfrute.
Infertilidad en la mujer:
Se espera como óptimo que la mujer tenga una actitud consciente e
inconscientemente de entrega, que sea
permeable y acepte “pasivamente” el
ciclo menstrual en el período de su vida que la hace fértil. Cuando hay
bloqueos en la entrega o en la condición de mujer, se manifiestan desajustes en
los ciclos menstruales, dolores excesivos e infertilidad.
Resumiendo, la persona
con hipotiroidismo percibe que el tiempo transcurre, que se le va de las manos y
no llega a cumplir sus deseos,
necesidades y aspiraciones.
La resignación se
instala y deja de poner voluntad en un
nuevo intento de abordar sus conflictos.
Por todos los síntomas que abarca, la crisis es amplia y honda.
Comenzar a dar pasos en
la acción es la salida, apuntalando la voluntad que no es más que constancia y
perseverancia.
Voluntad versus
Desidia. ¿De qué lado estamos? El tiempo
vuela…
Lic. Ivana Rugini