jueves, 4 de junio de 2020

Porto de Galinhas I Nuestra luna de miel


Los preparativos de la boda iban sobre ruedas hasta que nos topamos con el ítem: Luna de miel. Faltaba muy poco para el Gran Día pero no se nos ocurría a dónde ir para conocer, disfrutar y descansar.
Como primera medida descartamos recorrer una ciudad superpoblada de gente, autos y monumentos. El segundo paso fue decidir entre montaña o playa; y la balanza, sin dudar, se inclinó para el lado de reposeras, palmeras y mar azul.
El sueño consistía en ir a un lugar hermoso, tranquilo y desolado. Habiendo aunado el criterio y las expectativas, lo dejamos en manos de la agencia de viajes. Dijimos las tres palabras mágicas y entre las opciones que nos dieron Porto de Galinhas, en Brasil, nos cerró en todo sentido.
Llegamos a Pernambuco, estado del nordeste de Brasil, y en el aeropuerto de Recife nos esperaban para trasladarnos a nuestro destino final a 64 kilómetros al sur de allí.
Nos sorprendimos con un pueblo decorado con gallinas esculpidas en troncos de palmeras dispersas por las calles céntricas. Siempre bello y colorido, pero con la intención  subyacente de que todos sepamos el origen de ese lugar.
Cuando se abolió la esclavitud, los negreros seguían traficando esclavos provenientes de África y la contraseña era gritar en el puerto: “¡Llegaron las gallinas de Angola!”
Veamos qué representan las gallinas para el Gran Libro de la Madre Naturaleza porque aunque nada es casual, hay que comprender el mensaje…
 La gallina tiene la misión de despertar la consciencia de la energía de la voz, especialmente de la voz interna.
¡¿Qué paradoja simbolizar el cacareo estrepitoso en personas ultrajadas, acalladas y desterradas para someter de por vida a los caprichos de otro que se considera superior?!
El tiempo no se puede volver a atrás, pero si se puede compensar hoy las atrocidades del pasado escuchando a todos, respetando las distintas voces y pareceres, igualándonos como hermanos dentro de esta gran familia humana. El concepto de la protección de la familia y de la comunidad es parte de las lecciones que dan las gallinas. En nuestro inconciente colectivo asociamos correctamente a la mamá gallina cuidando y guiando a sus pollitos. Nos transmite con maestría el instinto maternal, ayudándonos a priorizar la familia por sobre todas las cosas. (La familia micro y la familia macro).

Estos seres también enseñan que en cada amanecer hay una oportunidad para ser aprovechada con intensidad y desplegar así talentos y aptitudes.
La gran sabiduría se manifiesta nuevamente al mostrarnos con claridad cómo hay que despertarse: con fuerza, con entusiasmo, con esperanza y con amor. Tal como este pueblo se erige. Tal como se forma una pareja.

Porto de Galinhas es un lugar excepcional para ir de Luna de Miel reafirmando que una pareja está a la par mientras las voces de cada uno sean escuchadas, respetadas y comprendidas.

Lic. Ivana Rugini