miércoles, 15 de abril de 2020

Murciélago




Desde que la famosa Pandemia comenzó a expandirse, las miradas se posaron en los murciélagos como foco infeccioso original.
Los invito a observar al murciélago como la Madre Naturaleza lo hace, comprendiendo las particularidades de sus creaciones con la esperanza de que llegue el día en el que el hombre las valore, respete, comprenda y se hermane con ellas.
Dejemos de señalar, por un momento, a este ser como el posible disparador del COVID 19 y admiremos la gran enseñanza que ejemplifica este maestro; quizás el acusado lleve en sí mismo, no en sus genes si no en sus lecciones, la cura para resurgir de esta pandemia fortalecidos y mejorados desde el interior.
¿Cuál es su sabiduría? Comencemos hablando de sus hábitos. Vive en colonias de varios integrantes, con lo cual quiere mostrarnos que la tolerancia en la convivencia es clave. Si por esas casualidades sentiste curiosidad o inquietud por este animal, las relaciones afectivas son un punto a tratar porque te acerca el modelo de vivir en grupo, en clan, compartiendo espacio con muchos otros y en paz. Gran aprendizaje para tantos humanos que no incluyen, no integran, no soportan, no se mezclan, no comparten, no disfrutan y no se brindan a sus semejantes.

El murciélago es un mamífero que puede volar, por lo tanto, si maneja el elemento aire, su maestría son los pensamientos, las ideas, las creencias y, por tal motivo, su poder es enfrentar las suposiciones que llevan a vivir con miedo. Para quien toca fondo y siente que ya es momento de romper con los  bloqueos mentales, la sabiduría de este pequeño animal se ofrece como es él, permaneciendo “invisible” o camuflado en la oscuridad hasta que nos percatemos que él también tiene virtudes que conceder.
El miedo a lo desconocido es otro tipo de oscuridad paralizante; y es la esencia del murciélago que no se deja amedrentar por la oscuridad, justamente por no ser la vista su sentido prevaleciente, la que puede ayudarte a atravesar este tramo del camino.

El murciélago descansa de día en cuevas, en troncos agujereados, en casas abandonadas y en los huecos de las rocas; saliendo por alimento durante la noche. Metafóricamente atraviesa las tinieblas con comodidad, simbolizando que no le teme a lo sombrío, a las contracaras ni a lo turbio. Es por ello que este animal es el Totem perfecto de quienes le temen a enfrentarse a su lado oculto; ya sea a su secreto, a su resentimiento, a su verdadera vocación, a su búsqueda de venganza, a su pasión, a su género, a su amor, a sus vicios o a sus reales intenciones. Esta criatura no juzga, ningún animal lo hace; simplemente te ayuda a sentir, a localizar (por manejarse por ecolocalización) qué es lo que está enfrente tuyo y te resuena.

Otra característica singular es que duerme cabeza para abajo, lo cual nos enseña que hay momentos y situaciones en los que debemos posicionarnos de otra manera, ver desde otro ángulo, plantearnos las cosas como si fueran al revés. Excelente dato para los estructurados que no se permiten caminos ni visiones alternativos.

Su visión no es muy buena, por lo tanto, recurre a su sentido más desarrollado, que es el oído; dando un golpe bajo a aquellos que sobrevaloran  la visión o el tacto, desprestigiando la importancia de la audición para realmente escuchar en profundidad al otro, pero por sobretodo, para registrar esas ondas casi imperceptibles que vienen de nuestra voz interior.

Su aspecto suele causar rechazo, temor o espanto pero no de sus congéneres sino del propio humano. Aquí se da otra cuestión llamativa. El hombre lo considera repugnante y lo persigue con el fin de aniquilarlo; igual que en el bullying se hostiga a otra persona por equis razón; pasando por alto que la belleza y la inteligencia son relativas. Lo que no es relativo es la importancia de cada ser en esta tierra.
Los murciélagos cumplen una función para el ecosistema tan importante como la de cualquier otra criatura. Hay 1100 especies de murciélagos:
·        Los insectívoros regulan la cantidad de insectos de una zona.
·        Los frugívoros se alimentan de frutos diseminando las semillas en otros territorios.
·        Los nectarívoros se empapan del polen de las flores, colaborando involuntariamente con la necesaria polinización.

Todos los seres tenemos una función. El murciélago tiene la suya y sin dudas, la cumple. Quizá entre su maestría está la de convocarnos a que analicemos cual es la nuestra como humanidad y como individualidad sin buscar la salida fácil de echar la culpa afuera.

Lic. Ivana Rugini