lunes, 14 de mayo de 2018

Dejarse guiar




 Una amiga propuso una escapadita y a diferencia de las excusas que solía poner ante lo que está fuera de la rutina, acepté de inmediato llamándome la atención el modo y la rapidez con que lo hice. Es como si ella hubiera concretizado la  solución a lo que yo venía sintiendo pero que en el barullo de la vida, no  podía “ver”.
Comprendí que tenía que dejarme guiar, que me estaba siendo de gran ayuda al rescatarme de la vorágine de todos los días, porque hasta los fines de semana uno llega a hacer lo de siempre.
 Me hizo dar cuenta de la importancia de tomar aire, de alejarse un poco de lo conocido, entrar en contacto con otro lugar, con la naturaleza, y específicamente con el poder del agua termal.
Más allá de lo que expliquen los folletos del lugar, en la primera inmersión sentís que se apaga la actividad mental. Ya no hay discusiones, ni preocupaciones, ni enojos, ni asuntos pendientes. Estas ahí sintiendo el agua  a 35 o 36 grados y nada más.
Estando ahí, sintiendo esa paz- tranquilidad= felicidad te das cuenta de todo el estrés con el que venías  y convivías a diario.
Esa serenidad que cuesta describir se manifiesta en respuestas como: “no hay problema”…
Comer esto o aquello, acá o allá, ahora o después; da lo mismo.
No importa el clima, ni la temperatura del ambiente, ni la hora que es. Todo está bien.
El agua mineralizada o termal, caliente tiene diversos efectos en el cuerpo de los hombres y las mujeres. Se pueden dividir en tres tipos: químicos, físicos y biológicos, pero todos actúan al mismo momento. El baño aumenta la temperatura corporal, mata gérmenes y virus, incrementa la presión hidrostática, la circulación sanguínea y la oxigenación, ayudando a disolver y eliminar las toxinas.
Como aumenta la oxigenación, mejora la alimentación de los tejidos en general, ayudando en los procesos metabólicos y estimulando las secreciones del estómago y el hígado, facilitando la digestión.
También se ha comprobado que mejora y estimula el sistema inmune, que relaja la mente, aumenta la producción de endorfinas y regula las funciones glandulares. Estos efectos en el cuerpo se deben a los minerales que contienen las aguas, como ser magnesio, calcio, azufre y carbono

Pensando en tanta gente absorbida por los problemas y la ansiedad, la naturaleza nos da la manera y el lugar para escapar de esos estados. Siempre hay un impulso de salir o un amigo que invita, obliga o empuja…

                                                                                           Lic. Ivana Rugini


martes, 8 de mayo de 2018

Coraje



Cerquita de Capilla del Monte, Córdoba,  se encuentran las Grutas de Ongamira. Rogué al cielo para que a pesar de ser un día de llovizna, el tour se realizara completo tal como lo había prometido la agencia de viajes.
Después de visitar y comentar referencias de diferentes lugares, el guía presentó con entusiasmo y respeto algo que ni más ni menos era un … cerro. Para mí, hasta ese momento, era un cerro más de los tantos que hay en la provincia de  Córdoba.
Pero la percepción de ese cerro cambió al empezar a escuchar la historia que con dolor atesora esa región y sobretodo, ese montículo de tierra.
Por poco me arrodillo para pedir perdón por no saber en qué sitio estaba parada con aires de superada, de moderna y de “civilizada”.
Cuentan que cuando los españoles estaban pisándoles los talones y con sus hombres muertos en contienda; los ancianos, las mujeres y sus niños se arrojaron  para no caer en manos de los españoles. Los comechingones saltaron desde las alturas para no ser sometidos por extraños que invadían, usurpaban y descalificaban su sabiduría.
De esta manera, el Cerro Charalqueta que simbolizaba al  dios de la alegría del valle, pasó a llamarse Colchiquín o Colchiquí, dios de la fatalidad.

La valentía de los hombres peleando por su tierra, me atravesó, pero el coraje de esas madres al empujar a sus hijos al barranco…me dejó inmovilizada un tiempo no sé de cuántos segundos o minutos.
¡Qué coraje debieron sentir para tener tan claro lo que había que hacer, para evitar un mal peor!
Me pregunto quién hoy en día tiene las cosas tan claras…
¿¡Quién no se somete!?
¿¡Quién no se deja manipular!?
¿¡Quién no se deja invadir!?
¿¡Quién se dignifica tanto!?

En ese paseo por un lugar “turístico” uní el concepto del coraje con la dignidad y a partir de ese día, solo espero estar a la altura de ese pueblo nativo que se inmoló por respeto propio.

Hay que ser valiente para respetarse.

                                                             Lic. Ivana Rugini

viernes, 4 de mayo de 2018

Mendoza y el Cóndor


Conociendo Mendoza, la visita obligada fue el Parque General San Martín y toda su gran magnitud que apabulla;  pero ante el tamaño y la belleza de ese sitio, mis ojos se posaron en la escultura de un Cóndor que da la bienvenida sobre el portón de ingreso.
En el mismo parque, entre fuentes y esculturas maravillosas, se encuentra el homenaje al Ejército de los Andes, el Monumento del Cerro de la Gloria.


 La obra tiene una base de piedra cordillerana. La figura ecuestre de San Martín lo muestra pensativo, con los brazos cruzados sobre el pecho y mirando al horizonte. A sus costados hay dos grupos de los históricos Granaderos a caballo. Detrás hay tres frisos con sucesos relacionados con la formación de aquel ejército. Hay imágenes de fray Luis Beltrán; de mujeres donando joyas para aportar fondos a la campaña junto a gente humilde dejando objetos y otra con lo que fue la partida hacia Chile.

Los frisos laterales tienen 15 metros de largo por tres de alto y hasta un metro de profundidad. Además, están los escudos de los tres países que liberó ese ejército. En la cumbre de la obra se ve una mujer con cadenas rotas en sus manos, como símbolo de la libertad. Junto a ella grupos de Granaderos en acción de ataque y un cóndor con las alas desplegadas, símbolo de la cordillera. http://www.diasdehistoria.com.ar/content/la-historia-del-imponente-monumento-del-cerro-de-la-gloria
En mi mente resonaba la enseñanza espiritual del cóndor y su relación intrínseca con la libertad.
Siendo el ave voladora más  grande del mundo, invita a descubrir su hermosura, ya que no la ostenta en su exterior. Es a través de sus acciones como representa una  gran obra de bien  para el hombre y el ambiente.


Es carroñero y pese a tener una connotación negativa, la mayor enseñanza nos la da por esa característica. No mata, come cadáveres nutriéndose de lo que provocaría contaminación e infecciones.
Limpia el entorno, recicla volviendo útil y nutritivo lo que aparentemente  ya no lo es. Llevándolo a la sociedad, toma un rol que muchos consideran de manera peyorativa pero que al registrar en profundidad su labor, se puede considerar su importancia.
También, la visión del cóndor y su elevado vuelo invitan a ver las situaciones que nos atascan desde arriba, teniendo un mayor y mejor panorama acerca de donde venimos y hacia donde vamos.  Necesitamos esa visión panorámica para no ahogarnos en un vaso con agua y para no repetir errores!!!!
Cuánta sabiduría transmite el cóndor, a quien se detiene a valorarla.
Con solo observar sus costumbres, remueve creencias que nos obstaculizan, hábitos dañinos que no colaboran con la vida en comunidad ni con nuestro despliegue.
La cuestión, es que la visita a ese Parque caló hondo en mí porque al estar frente a ese imponente Monumento, pisando ese suelo, viendo las cadenas rotas, me hizo comprender que hay cadenas internas que ningún prócer ni héroe puede cortar por nosotros. Debemos preguntarnos qué hábitos y comportamientos debemos quitarnos, en qué aspectos nos sentimos sometidos, qué traumas nos atan al pasado, etc.
Mendoza, la cordillera y el cóndor  enseñan la importancia de la libertad que ya poseemos, que ya mismo podemos vivir y disfrutar en menor o mayor medida, dependiendo de cuanto nos animemos  a trascender.

                                                                        Lic. Ivana Rugini