viernes, 5 de octubre de 2018

Desafiarse




Con la sensación de que el tiempo pasa volando, de que los hechos importantes se nos escurren  y de que la rutina nos envuelve haciéndonos creer que hacemos siempre lo mismo; me propuse replantearme cómo vivir más plenamente cada momento.
Así encontré en mi interior la respuesta que al principio me congeló de miedo: HACIENDO COSAS NUEVAS.
¿Y a esta altura de mi vida, qué cosas nuevas quiero y puedo hacer?
La respuesta que me dio mi alma provocó un conflicto: TODO AQUELLO QUE HASTA AHORA NO TE ATREVISTE A HACER, con excusas, claro. “No sirve, no me gusta, no es imprescindible, a quién le interesa, no tengo tiempo, estoy cansada, etc”.

Emanando la necesidad de un desafío (posible) llegó la Comunión de Bru y su irresistible pedido de soslayo…¡¡¡souvenirs!!!!!! Y  dicho sea de paso ¡¡¡Mesa dulce!!! (en realidad ella dijo Candy).

Desde ya que no había puesto la mirada en una mesa así nomás con una torta sencilla en el centro. Nooo. Venía con decoración la cosa.
Para quienes me conocen, saben que los detalles no son mi fuerte. Al pensar y sentir mi incapacidad con respecto a lo delicado, algo dentro mío hizo el “click”. Si quería desafío, ahí lo tenía. Detalles, darle importancia a algo que en sus diez años y en mis cuarenta y uno, le había esquivado.
Tomé esas dos tareas con una responsabilidad única;  tensión sería la palabra adecuada para definir mi compromiso. Tener que hacer algo que nunca hice, y que quede lindo… Era mucho para mí. Pero arremetí.
Gente hermosa me tendió su mano y la tomé.
Bru tuvo lo que quería pero quien más ganó fui yo por haber afrontado algo que tiempo atrás descalificaba y ahora no.
Sin lugar a dudas me desafié (pudiendo no hacerlo y continuar en la chatura de “lo de siempre”). También, gente preciosa apareció para guiarme.
Lo interesante de esto que les cuento, por si sirve, es la invitación a que los desafíos los busquemos nosotros mismos, para no esperar que la vida nos imponga los suyos de mayor magnitud.
Desafiarse es vivir plenamente, es sentir que la vida no pasa en vano, es recolectar logros y momentos maravillosos.

Lic. Ivana Rugini