jueves, 13 de abril de 2017

El árbol abuelo


Cuidar, valorar y amar a las plantas, sí. Admirar su belleza, también; pero lo que se despertó en mí  al estar frente al Algarrobo abuelo fue más profundo.
Añejo, curtido y gigante, como un pulpo que con sus tentáculos simboliza todo lo que puede crecer, hacer, a todo lo que puede acceder y acaparar.
La enseñanza ancestral comenta que el árbol más ancho del bosque es el ABUELO, el más sabio, el que orienta y guía…
Eso sentí al estar frente al Algarrobo abuelo, Merlo, San Luis (Argentina). Con más de 800 años, se lo venera, se lo admira y respeta y si te quedás sentado bajo su sombra fría y húmeda es como si te envolviera en su gran enseñanza de conectarte con la tierra, con tus antepasados y vibrar en UNIDAD. Así permanecí unos largos instantes hasta que otra reflexión  vino a mi encuentro: este gran árbol no resalta por su belleza, son sus tantísimos años los que se la dan. Esto mismo hace bellos a nuestros abuelos, no su apariencia, sino la hermosura subjetiva que vemos al estar delante de un anciano amado.
Es difícil amar a un viejo si solo se ve a un viejo. El amor brota sin esfuerzo cuando se valora quién es por lo que fue…

                                                                                                                  Ivana Rugini


LA BENDICIÓN DE UN ANCIANO

 

Bendito seas,

si comprendes que mis manos tiemblan

y que mis pies se han vuelto lentos.

Bendito seas,

si recuerdas que mis oídos

ya no oyen tan bien

y que ya no lo oigo todo.

Bendito seas,

si sabes que mis ojos ya no ven bien

Si no te enfadas

porque dejé caer la taza más bonita

o porque cuento lo mismo por enésima vez.

Bendito seas,

si me tratas con ternura,

si comprendes mis lágrimas silenciosas

y me haces sentir que soy amado.

Bendito seas,

si te quedas un rato más conmigo

cuando oscurece por todas partes

y si tomas si mano un momento

cuando deba entrar solo en la noche,

la noche de la muerte.

Bendito seas.

 Yo encenderé las estrellas

cuando esté en el cielo.

Autor: Desconocido