¿Qué
son los chakras y cuál es la importante función que cumplen en nuestro cuerpo?.
La
palabra chakra proviene del sánscrito y significa espiral o literalmente, punto
circular.
Los
chakras son bocas de energía. Una boca del mismo chakra se encuentra en la parte delantera del
cuerpo y otra en la parte posterior. Los centros de energía ubicados en la parte anterior del cuerpo reciben las emociones y toda
la información para el presente y el futuro. La parte posterior está vinculada
al pasado y lo inconciente.
Los
chakras están encargados de captar y
administrar la energía que alimenta todo el sistema y de su funcionamiento
dependen operaciones físicas, químicas, biológicas, mentales y espirituales.
Cuando el ser humano trabaja su propio estado evolutivo, pone en función
ciertos niveles de frecuencias electromagnéticas propagadas por los chakras,
los cuales se encargan de activar magnéticamente los potenciales grabados en su
cuerpo.
Los
7 chakras principales del cuerpo humano.
El
chakra base: en él se asienta la fuerza de vida de la
Tierra y es el encargado de propiciar la estabilidad. Cuando este chakra está funcionando apropiadamente y
en balance, tenemos más vitalidad, coraje y confianza en nosotros mismos. Esto nos ayuda a soltar los problemas
antiguos de supervivencia y de escasez para desarrollar la voluntad de vivir
con abundancia.
El
chakra del vientre o sexual: tiene que ver con el espacio sagrado;
implica respetarme, respetar y que me respeten. En el vientre se sostiene
nuestra energía de autoridad, el hacerse cargo de uno mismo.
Cuando
este chakra está balanceado ya no
estamos plagados por dudas acerca de
nosotros mismos, de adicciones y de problemas sexuales. Nos sintonizamos con la
sabiduría del alma y gradualmente todos los viejos patrones de limitación
personal son reemplazados por los de confianza en nosotros mismos y de
estabilidad emocional.
Es
el centro de la creatividad, tanto de proyectos como de hijos.
El
chakra plexo solar: es
donde se asienta el alma. Lo componen todos los órganos digestivos y para poder
digerir tenemos que saber lo que queremos. Es en donde se procesa lo que pensamos y sentimos.
En
el plexo se aloja el poder personal. Las emociones entran por el vientre y se
procesan en el plexo.
Cuando
este chakra comienza a girar en armonía y hay pocas energías discordantes, la
confianza en nosotros mismos regresa, el conocimiento se convierte en sabiduría
y claridad de pensamiento, nosotros recuperamos el control de nosotros mismos y
dominamos nuestros deseos. Aprendemos a poner límites y a honrar los límites de
los demás.
El
chakra cardíaco: es la puerta de entrada hacia los chakras
más elevados lo cual nos conecta con el alma y con el espíritu. Aquí trabajamos
el amor, primero a uno mismo y, por
añadidura, a los demás.
El
chakra laríngeo: es el puente entre el cuerpo y la mente.
Es el punto de unión entre el corazón que sube a expresarse y la mente que baja a manifestarse. Trabaja la
comunicación con uno mismo al hacer contacto
con lo que se siente y se piensa..
Al
activar este chakra se usa el lenguaje del amor y es el alma quien habla, decimos la mayor
verdad, somos expresivos y creativos al hablar, al escribir y somos eficientes
en manifestar nuestra visión.
El
chakra del tercer ojo (también llamado pineal o frontal): abre la puerta hacia los “sentidos internos”
conectándonos, gradualmente, con nuestro ser superior. A través de este chakra
desarrollamos nuestra intuición,
permitimos ser guiados e inspirados por el espíritu.
El
chakra coronario: es el punto de conexión con la esencia
divina, el contacto directo con las
energías cósmicas.