Amor, vamos a estar bien. Despreocupate. Estás muy tensa.
Así no se puede. No está bueno ni para vos ni para mí.
Voy a averiguar para consultar con otro médico.
Mi vida, sos mi mujer con un hijo o sin él. Llevemos una vida feliz
también en la búsqueda y espera. Sin obsesiones.
Valoro cómo arremetés con todos los trámites, averiguaciones y cambios
de agenda que hay que hacer, cómo sin dudar te hacés estudios invasivos sin
quejarte. Solo llorás porque nada da resultado, pero no manifestás el dolor
físico. Sé que duelen, molestan las inyecciones, las aspiraciones, los análisis
de sangre, tomar tantas pastillas y dejar el resto de tu vida en pausa para
acomodar la agenda a las futuras consultas médicas.
Te adaptas más rápido que yo a esta vorágine. Pero a veces siento que lo
único que te haría feliz en la vida es un hijo. ¿Y yo? ¿Y nosotros? ¿Y tu
carrera que tanto luchaste por terminar y hacer trayectoria en ella?
Se nos van los años invirtiendo en tratamientos y hablando de
tratamientos
La familia ya la construimos porque nos tenemos, porque nos elegimos
para el día a día porque nos queremos y cuidamos. Pero a vos no te alcanza. Se
hace complicado convivir así.
Antes solo te arrimabas los días en que estabas fértil, ahora ni eso.
Me da bronca que me cocifiques y miedo a que no me mires ni de esa
manera.
Yo te banco, porque esto de “no poder” nos golpeó a los dos.
Todos tienen hijos, buscados o llegados de improviso, de más jóvenes o
más viejos pero les llega su momento de ser padres y a nosotros????
Te conté que una pareja conocida está analizando la idea de adoptar. ¿Por qué
no averiguamos?
No te encierres. Yo sigo viéndote como mujer, como mi mujer. Sos vos la que te estás yendo….
No sé por qué nos pasa esto, pero nos pasa a los dos. En ningún
momento hice un comentario despectivo
hacia vos. Solo estoy triste.
Yo también esperé mucho sentirme fuerte y maduro para afrontar ser padre
y tener lo necesario para que no nos falte nada.
Hace tiempo que es mi momento, nuestro momento. Pero yo no manejo los
plazos ni la llegada de un hijo, vos tampoco y los médicos, aunque intenten, no
pueden garantizar nada. ¿Con quien nos
vamos a enojar? No te la agarres
conmigo…
No te pido que detengamos la
búsqueda, te pido que estemos unidos en
el mientras tanto y que me mires con amor. Si no, de nada vale todo lo que
estamos emprendiendo.
Lic.
Ivana Rugini