Hago todo lo posible por enseñar que leer abre puertas, mentes, valores,
acerca distancias y cambia posiciones.
Me encanta enseñar, enseñar lo que sea; pero la satisfacción de invitar
a un intercambio de miradas, de risas, de interpretaciones, de conocimientos y
de encuentro que provoca un libro me fascina tanto que me olvido que hay un
otro.
Así es como el último día de la Feria del Libro fui, en realidad, fuimos.
Pese al tumulto, a la gran cantidad de opciones que marea y al trayecto
para llegar, todo vale la pena para enseñar que esto es otro estilo de parque
de diversiones.
La lectura calma, sosiega, relaja, invita a la introspección, a la
reflexión, al debate interno para luego poder ser externo, cultiva y expande.
Sí, es un lugar para el consumo, pero soy una convencida que un libro no
es un gasto; es una inversión.
Lic. Ivana Rugini