viernes, 27 de septiembre de 2019

Megaterio




Pehuén Có, Provincia de Buenos Aires, es conocida por ser la “Cuna del Megaterio”, un animal prehistórico gigante (de más de cinco metros de largo) que resultó ser familiar del Perezoso de hoy.
El megaterio habitó esta zona hace 10.000 años, caminando sobre sus cuatro patas y usando su cola como apoyo. Herbívoro en su alimentación, parece que era agresivo con otras especies y con la propia, sobre todo en época de celo.
Fue el mamífero terrestre más grande de América, así que por sobresalir tanto, merece que nos tomemos un tiempito para aprender de él y cuidemos el yacimiento de sus huellas en una zona protegida del balneario donde ruegan que el agua y el hombre no estropeen lo que aún se conserva como sagrado.
Registremos la virtud del perezoso haciendo la salvedad de que el megaterio, por su gran tamaño, no era arbóreo; pero sí mantiene características comunes en donde su esencia nos invita a analizar:
·        la sabiduría del movimiento lento.
·        el valor de la pereza.
·        La tenacidad

Para quienes viven en la velocidad constante, con agendas apretadas, con más obligaciones de las que se puede asumir, con horarios pautados hasta para un descanso, observen al perezoso cómo manifiesta otro tipo de comportamiento, otra manera de encarar la vida, encarnando otros valores.
La idea es que podamos respirar esa esencia, contemplar e incorporar el mensaje que transmite este animal para tener a mano su impronta, y así poder contar en nuestro inventario con la posibilidad de hacer algo lentamente para llevar allí  la conciencia y dejar de hacer todo en automático llegando a olvidarnos lo que hicimos, lo que comimos o dónde estuvimos.
El perezoso sería un muy buen animal de poder para aquellos que no registran el paso del tiempo y de lo que hacen en ese tiempo; para quienes están activos por demás abarcando cosas, temas y problemas, no permitiéndose un respiro por considerarlo inapropiado.
Este bello y tierno animal nos da mucho que pensar en estos tiempos de preocupaciones y exigencias…
Quizás nos esté animando a que detengamos la marcha un rato para simplemente hacer nada y descubrir qué es eso de poner la mente en blanco, aquietar el cuerpo y permitirnos dejar de hacer…


                                                                                Lic. Ivana Rugini