lunes, 15 de mayo de 2017

Lo que el robo se llevó


Lo que el robo se llevó

Me robaron. A mano armada, estando yo en compañía de mi hija y una amiguita que es como una hija más. Se llevaron muchas cosas importantes; la tranquilidad, es la que más extraño.
Intento salir del drama y ver lo positivo, esforzándome bastante.
 Ese ladrón se llevó la sensación de que uno tiene tiempo de sobra, para amar, para estar, para trabajar y para disfrutar…
Se llevó la vaga idea de  autoimportancia, porque en esos momentos necesitás que te digan y te demuestren tus seres cercanos lo valiosa que es tu vida para el resto.
Se llevó el Documento Nacional de Identidad, para mostrarme que un número no me hace persona, lo importante es quién soy y qué hago con mi vida.
Se llevó los caprichos de dos nenas que se vieron forzadas a vivir el desapego de lo material y a valorar los vínculos, el amor que dan y que reciben, más que cualquier otra cosa…
Se llevó el auto y su comodidad para mostrarme que me valgo de dos piernas sanas para redoblar esfuerzos y así poder  llegar a donde quiero…
Se llevó el teléfono celular para desconectarme del afuera y estar sin distracciones para dedicarme a los “contactos” que están dentro de mi vida…
Se llevó la vida planificada para vivir con intensidad el momento…
Se llevó la idea de no contestar el teléfono porque nadie me necesita…
Se llevó el dinero que con mi trabajo gano, para que tome consciencia del privilegio  que tengo de trabajar de lo que elijo. Sin esfuerzo, sin desgaste; siendo y haciendo una misma cosa.
En definitiva, se llevó la persona que era pero me dejó las bases de la nueva, definitivamente mejor plantada.

La experiencia fue un horror, pero con el correr del tiempo, todo decanta y lo bueno emerge.

         

                                                                                                                    Ivana Rugini

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