Alergias
Convivencia, tolerancia, paciencia, adaptabilidad…
Cuando algo del entorno, nuestro organismo lo siente adverso, peligroso
o enemigo, reacciona con artillería pesada para expulsarlo de nuestro cuerpo.
¿A qué no nos estamos adaptando? ¿Qué estamos rechazando? ¿A quién? ¿Qué
lugar, qué rol, qué situación no podemos aguantar?
¿Por qué antes sí y ahora no?
Hasta ahora yo no tenía alergia ni al polen, ni al pelo del animal, ni
al moho ni a nada.
Se ve que la crisis de los 40
tuvo su efecto mostrando que algo ya no lo tolero más. Algo a lo que antes me adaptaba bien, ya no.
Pero…¿ A qué? ¿A qué cosa mi
cuerpo lo decodifica como hostil?
Sabiendo cuál es el agente alérgeno
que nos causa reacción, podemos afrontar mejor el aspecto de la vida con el que
tenemos conflicto.
Será el polvo que representa
la “suciedad”, la “sombra” de cada uno
Será el pelo de animal
rechazando la ternura, el contacto, el amor…
Será el polen que simboliza
la fertilidad y la procreación…
Será un poco de todo porque
con la edad viene el autoanálisis de
cuanta energía invertí en estar para otros, en hacer para otros, en mantener
ciertos vínculos; que ya no me queda
remanente para adaptarme a nadie ni a nada más?
Sé y siento que la solución
no es el ostracismo, aunque cuando uno se siente vapuleado por el entorno, huir
es el plan A.
Cuántas veces cada uno de
nosotros habrá querido ser ostra para poder cerrarle la puerta al mundo (con
polvo, ácaros, pelos, agresiones,
presiones, exigencias, horarios, personas y trabajos que no disfruta) y así
cubrirse, cuidarse y recuperarse…
Pero nuevamente la naturaleza
muestra su contratara. La enseñanza de
la ostra es que, aún cerrada y protegida, con
dolor es invadida por partículas
de arena que logran llegar a su interior. Luego, con su magia y gran trabajo
convierte esos granitos de arena en una maravillosa y valiosa perla.
Así que por más que nos
marginemos, encerremos para resguardarnos, lo que tiene que modificarnos nos va
a afectar y está en nuestro
crecimiento interior si creamos una perla o más aislamiento.
Vivimos en un mundo con
factores alergénicos…para algunos
(contaminación ambiental, conservantes de los alimentos, medicamentos,
etc).
Lo que algunos sufren, otros
lo disfrutan; lo que para algunos es indiferente para otros es enfermante. .Algunos
pueden /saben aceptar el medio, la sociedad y en otros prevalece el rechazo o se sienten
inseguros.
Los invito a tirar otra vez
la moneda y a no dejarse atacar por lo que nos rodea.
Si hay algo que modificar en nuestro
estilo de vida, ya sea ropa, alimentos o
hábitos que no sea entendido como
hostilidad del ambiente sino como un cambio personal que refleja una
transformación interior.
Desafiar y afrontar lo que
nos atemoriza o rechazamos es la solución.
“Ladran Sancho, señal que
cabalgamos”. Dijo El Quijote de la
Mancha.
Estornudo, señal de que tengo
varias preguntas que contestarme…
Lic. Ivana Rugini
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