miércoles, 26 de febrero de 2020

Vacaciones en Villa Gesell





Una noche que volvíamos tarde  vimos que “algo” cruzaba la calle  y enseguida mi mente quiso encajar “eso” con lo típico: perro, gato o rata.  
No tenía la menor idea de lo que era y no coincidía con nada.
Solo un instante las luces del auto le dieron de lleno a esa criatura y retuve la imagen hasta poder recurrir al buscador de Internet para que me enseñe cuál era el nombre. Una majestuosa Comadreja overa nos hizo la deferencia de mostrarse.

Voy sin preámbulos a mencionar las lecciones que este ser viene a manifestar.
Suele llevar encima de su lomo a sus crías (hasta diez), por lo tanto, la destreza es lo primero que este animal comparte como virtud. La posibilidad de moverse y desarrollarse con peso y “carga” extra pudiendo atender distintos aspectos de la vida sin que los hijos sean un obstáculo para ello. Si era ese el mensaje para mí, sin ninguna duda, lo recibí. Con toda humildad considero que muchas otras personas van a ser sacudidas por este concepto, ya que se abstienen de ir por más escudándose en  tener familia…
La astucia es otra de sus características. Es observadora y evalúa atentamente qué es lo que necesita llevar (arrastrar) hasta su madriguera. Traducido a la conducta humana sería que para saber lo que uno quiere y necesita tiene que haber silencio y observación para luego proveer el hogar con lo importante.
Su técnica es el sigilo, es esconderse, no llamar la atención y hasta si está justificado, pasar por muerta. Gran enseñanza: perfil bajo, humildad y no ostentar la inteligencia pero sí utilizarla.
Otro aspecto de su sabiduría es la curiosidad. Esto también viene a zarandear la conducta que hemos adoptado. Toparnos con una comadreja, o zarigüeya nos invita a analizar cuánto emprendemos, a qué nos atrevemos y a qué cosas no nos animamos.

Intuición e inteligencia. Curiosidad y observación.
El tiempo de descanso nos renueva física y psicológicamente. Si a esto le sumamos la posibilidad de dejarnos sorprender por los animales de la zona; nos cultiva, nos moldea y nos mejora.


                                                                                                            Lic. Ivana Rugini

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