viernes, 28 de diciembre de 2018

Ritmo





Nos avisaron que los pájaros son los dueños y protagonistas del lugar.
Nos advirtieron que no nos asustemos si sentíamos ruido en la ventana desde temprano, pero “ese” ruido sacude hasta con aviso previo.
Distintas clases de  pájaros carpintero: blanco, común, real común, campestre y lomo blanco nos rodeaban. Por donde miremos, estaban.
Por supuesto que fuimos adrede a  uno de sus  habitats naturales; en este caso, Traslasierra, Córdoba
Más allá de que sea difícil identificarlos visualmente, su trabajo se hace notar; así que tuve que recurrir a la enseñanza de la naturaleza para conocer cuál era el mensaje de esta clase de ave que tanto se empecinaba en sobresalir.
Como se alimenta de larvas e insectos que habitan en el interior de los troncos, se ve obligado a perforar con su pico. Lo primero que marca es que el sustento hay que buscarlo y trabajar duro por él. No le es regalado ni es de fácil acceso.
Lo segundo que enseña es que a pesar de poder trepar  hasta la altura deseada y contar con un pico que le permite golpear el tronco hasta agujerearlo, en el ritmo de su hacer está la clave para el éxito.
De nada sirven golpes aislados sin constancia.
Registrar esto me llevó a pensar en tanta gente, sobretodo los jóvenes, con ganas de encontrar un trabajo; quizás el primero; pero se concentra cada tanto en ello, presenta algún curriculum esporádicamente o lo evita si hay que hacer fila. El esfuerzo no es tenido en cuenta. La perseverancia tampoco.
Especialmente para estos casos, el animal de poder es el pájaro carpintero, quien con su presencia le muestra al mundo el poder que tiene el ritmo en realizar las tareas. Su gran maestría es la perseverancia en lograr los objetivos.

Para quienes la pereza es cotidiana, la confusión toma gran parte del día, y el tiempo se diluye sin haber alcanzado nada, esta criaturita con su sola existencia guía hacia la idea de que lo primero es el sustento; hacía allí hay que enfocar y hacer los primeros movimientos.
Priorizar el trabajo para alimento, abrigo, techo y salud; después para lo que el libre albedrío indique.


                                                       Lic. Ivana Rugini

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