viernes, 9 de agosto de 2019

Comunión




La vida está compuesta por momentos, algunos de paz y regocijo y otros de tristeza y desazón. Es inútil negarlos o intentar esquivarlos. Hay que transitarlos para caer hondo y poder resurgir transformados.
Así estaba yo, poniéndole el cuerpo a éstos últimos cuando una foto llegó a mis manos.
La imagen muestra a dos jovencitas  que cerraban el año llevando a la Iglesia del Centro de Zárate a las niñas que habían formado para tomar la Comunión.
Esa foto  plasma la fuerza, la voluntad, la perseverancia que tanto de un lado como del otro se mantuvo por un año con la esperanza viva de dar lo mejor  y de recibir todo lo que se pudiera.
La Comunión representa estar en COMÚN UNIÓN, entre pares y con la Divinidad.
Dios ya deja de estar lejos en el cielo, para acercarse en forma de pan y así poder ser nuestro alimento; y por lo tanto, ya se queda en nuestro corazón (metafóricamente).
El concepto de la Comunión se plasma en la imagen de La última cena en donde se comparte presencia, tiempo y pan.
Llevar estos aspectos a nuestra vida diaria, nos ayuda a tomar conciencia de los vínculos que nos rodean, del respeto que imponemos y del que ofrecemos, de la ayuda y compañía que brindamos y de la que pedimos.
Formar una red, poder y saber estar con otros, quererlos y valorarlos; todo eso implica vibrar en comunión. Trabajar en equipo, darle lugar a la empatía y considerar a los demás como integrantes de la misma familia.
Este sacramento tiene diferentes nombres en las diversas religiones que existen, pero la esencia es la misma: Sembrar la semilla de la paz, de la unión y del respeto.

Uff!!! ¡Cómo una foto puede activar tantas  historias! Recordé  a cada una de esas pequeñitas que podía sentirse desahuciada por las condiciones difíciles de vida y que veían en esas catequistas presencia, tiempo y pan.

Estar para otros es la clave, pero dejarse acompañar, también.
Sentí el reclamo últimamente de mi gente querida, ávida por acompañarme en esta coyuntura de padres grandes y hermano con problemas.
El pan se presenta de varias maneras y sin darme cuenta le estaba dando la espalda.
Hoy escribiendo, simbólicamente, tomo la comunión como esas nenas. Vuelvo a sentirme parte. Vuelvo a recibir el pan. Gracias por tanto.

                                                                                 Lic. Ivana Rugini

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