viernes, 18 de octubre de 2019

El Palmar





Me había tomado el gratificante trabajo de averiguar cuáles eran los Parques Nacionales de la Argentina y El Palmar parecía el más cercano, considerando que partíamos desde la Ciudad Autónoma de Bs. As.
En familia, con la beba y sumando su cochecito para disfrutar de la aventura, emprendimos viaje.
Destacando que El Palmar es Parque y Reserva, invita a registrar su flora pero también su fauna. Por ir con el carrito, que no era todo terreno, no fue del todo sencillo hacer todos los recorridos que habíamos planeado, pero la experiencia nos aguardaba un encuentro especial. Después de una larga caminata, paramos a descansar y comer allí mismo dentro del Parque donde un lagarto de tamaño importante recorría las mesas cual  mozo  anfitrión. Bello, manso y atractivo se acercaba a los comensales como si deseara ser admirado.
Estar tan cerca de esta criatura me hizo aprender que el lagarto overo es de la misma familia que las Iguanas (que son de América del Norte y Central) y para  la madre naturaleza tienen la misma sabiduría: invitan a trabajar  en nosotros la separación del ego y dejar ir lo que se pierde para poder regenerarnos en una versión mejorada.
No es volviendo a tener lo que se tenía lo que nos hace crecer, no es volviendo a ser lo que se era, lo que nos hace evolucionar.
A estos animales se los asocia con la energía positiva por estar bajo el sol; contemplar y aceptar son sus enseñanzas.
Cuando entramos en contacto con estos seres, la sugerencia es que encontremos la paz en nuestros quehaceres, que permitamos que el orden del todo se manifieste comprendiendo que hay un ritmo superior al que le impregnamos nosotros a la vida.
El disfrute de lo pequeño, de lo que siempre está ahí (simbolizado en el sol) es su gran medicina.
Para aquellas personas que suelen quejarse como mecanismo de defensa, que sienten que la alegría y las ganas de vivir no son características en su haber, para quienes necesitan tener una visión a ras del suelo y ver que estén donde estén puede darse lugar a la paz, el lagarto o la iguana es un excelente animal de poder. Observemos cómo toma sol para regular su temperatura y eso nos va a dar la clave de lo que debemos hacer para autorregularnos. Tomar sol mejora nuestro sistema inmunológico, mejora nuestro estado emocional, y por lo tanto, nuestra manera de tomar la vida.
                                                                                                                                             
Si precisan un encuentro cercano con un lagarto acérquense a este maravilloso Parque Nacional donde las Palmeras hicieron que se pose la mirada allí por congregarse todas juntas llamativamente en un mismo sitio, pero quizás el Orden esté dado en que lo grande preserva a lo pequeño que anda por el suelo buscando el sol.

                                                                            Lic. Ivana Rugini

No hay comentarios:

Publicar un comentario