miércoles, 8 de julio de 2020

Porto de Galinhas III El Caballito de mar.




Una excursión prometía llevarnos hasta la unión del mar con el río donde los manglares (árboles retorcidos) son el hábitat de los caballitos de mar.
Para mí es tan importante conocer el yacimiento de un cristal como el “yacimiento” de determinada especie de animal o de una planta. La idea es poder acercarnos con respeto al hogar de cada ser, presentarnos lo más silenciosamente posible para no perturbar, conocer su maestría, dejar que nos transforme su sabiduría y volver renovados y mejorados para actuar con los de nuestra especie.
Llegar hasta la unión del agua salada con la dulce es toda una experiencia para el que se atreva. Generalizando, lo dulce simboliza la alegría, la belleza y el regocijo; lo salado representa aquellas cuestiones que hay que trascender, aprender o superar. Estar en ese cruce, ayuda a corroborar que siempre hay que buscar el equilibrio y hasta el agua de toda Gaia lo logra en estos  puntos de  unión, que justamente por no ser ni tan dulce ni tan salado, gran cantidad de seres pueden desarrollarse y sumar su parte para el equilibrio integral.
El paseo no dura mucho, lo suficiente como para que te detengas a analizar qué se siente al estar entre los manglares. Los troncos finitos y oscuros se confunden con las raíces casi del mismo grosor y se van enmarañando tanto en la tierra como en el agua.
La pregunta que parece flotar en el aire es: ¿En qué cuestiones vivís enroscado, atado y anudado por tus propios pensamientos y sentimientos?
¿Cuáles son los nudos de tu vida?
Pero como “lo superior” siempre tira una soga para salir  del pozo (o del manglar), quizás  la Medicina del hipocampo sea lo que te rescate de tantos cabos sueltos o cabos enlazados (depende de cómo se lo mire).
La excursión comienza con un pequeño contingente que navega lentamente en una jangada y  el guía nos va llevando para  que disfrutemos de la frescura y el silencio de la zona. Luego busca el lugar propicio para bajar de la balsa con un recipiente de vidrio vacío y volver con un tesoro  en él que con mucho respeto y tiempo controlado devuelve al mismo lugar de donde lo raptó, ya que  si no lo hiciera, el hipocampo que queda estaría  desconcertado buscando a su pareja y no volvería a formar otra. Se dice también que al morir uno, el otro no lo resiste.
Comenzar una familia tomando a esta criaturita como modelo enseña mucho sobre el amor, la lealtad y la cercanía en la pareja.
- El caballito de mar tiene varias características que lo hacen peculiar, pero que el macho sea el fecundado y hasta parezca embarazado, ya que la hembra  le inserta los huevos en una cavidad y luego es él el que los expulsa, nos hace replantear seriamente cuánto el hombre puede implicarse compartiendo responsablemente el cuidado y crianza de los hijos.
Escribo las memorias de este viaje quince años después, y puedo constatar que Muro, mi marido, se dejó impregnar por la enseñanza del hipocampo porque siempre estuvo ahí, tomando su rol de padre con mucha presencia sin necesidad de que lo pidiera.
Sugiero a los hombres que temen formar una familia, que se tomen el tiempo de observar a este pececito como  totem, porque tiene mucho  para dar como ejemplo para llevar adelante un hogar. Es símbolo de la participación igualitaria en la crianza y educación de los hijos sabiendo tomar protagonismo como macho sin comportarse como machista.
- Aunque no lo parezca es un pez. Así que aquí se viene otra lección importante. Su sabiduría consiste en aceptar su “rareza” e induce a que cada uno de nosotros nos preguntemos qué somos aunque lo exterior no lo demuestre. ¿Cuántas veces creemos desentonar, sentimos que no encajamos aunque es ahí donde queremos estar?
¿Cuántas veces nos marginan, discriminamos a otros o nos boicoteamos a nosotros mismos por no sentirnos a la altura de los demás?
- Esta criaturita como animal de poder es maestro en aceptar sus diferencias viviendo según sus reglas y sobretodo sus tiempos en el mundo acuático que es donde pertenece.
Por lo tanto, reconocer de dónde venimos es la primera clave
Saber lo que nos conforma es la segunda.
No compararse con nadie es la tercera. Todo esto implica aceptarse.
- Su estructura corporal no está adaptada para otorgarle velocidad en sus movimientos, pero sí para avanzar lentamente y es ese otro mensaje para quienes lo observamos con admiración. Se mueve lenta, elegante y tranquilamente aprovechando el recorrido (o el proceso, como le decimos en terapia) y cuando percibe agitación en el agua recurre a su cola que se agarra fuertemente a lo que tenga cerca hasta que pase el peligro.
Este dato no es un mero detalle, es una gran advertencia hacia nosotros. Sugiere observar a qué o a quién nos aferramos cuando el entorno o nuestro propio interior está revuelto.
Si el hipocampo es tu animal de poder es importante que disciernas en vez de caer en lo de siempre, en lo que está a mano, en lo conocido, para dejarle aire al otro y  para registrar que lo que te sirvió en algún momento quizás ya no. De hecho, las malas lenguas dicen que el hipocampo también simboliza la resistencia al cambio.  Se dice esto porque es una criatura que no sufre modificaciones a lo largo de su desarrollo ni de su evolución como especie; por lo tanto si te sentís bajo las influencias de este espíritu guía podrías analizar con cuánta rigidez mental estás actuando.
- Hablemos de otra curiosidad. Sus ojos le brindan muy buena visión pero aquí viene lo extraño: se mueven independientemente, lo cual le brinda  una percepción de su entorno mucho mayor.
¿Qué nos quiere enseñar con este dato? Que continuamente necesitamos observar nuestro alrededor para clarificar en dónde estamos, con quién, qué se espera de nosotros, qué intereses tienen los demás, de qué nos protegemos en exceso y en qué aspectos precisamos armarnos más.
- Como corolario, podríamos decir que el caballito de mar representa el AMOR, el amor hacia sí mismo, hacia su pareja elegida y reelegida cada mañana en donde danzan para encontrarse, hacia su “cría” al incubarlos en su propio cuerpo y “darlos a luz”.
Si por alguna razón el amor en cualquiera de estas formas anda fallando en tu vida, podrías tomar lecciones con este humilde y pequeño Maestro cuyo espíritu guía siempre está cerca para rescatarte de las cavilaciones de la mente y los enredos del corazón.  
 
                                                                             Lic. Ivana Rugini






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