miércoles, 13 de junio de 2018

Bautismo


A un niño la comunidad lo quiere, porque primero quiso a sus padres  y son ellos los que presentan en sociedad a ese bebé. Así se  abre el juego a que la familia amplia transmita ese amor único y cobije al niño y a sus papás.
El momento de dar a conocer a su hijo, no es el nacimiento; que es un tiempo de intimidad y de conexión, además de preservar a la madre y al bebé por el esfuerzo realizado en el parto.
 El Bautismo es el ritual en el cual los padres agradecen la “bendición” recibida con la llegada de ese niño y se lo encomiendan al Dios-Padre.
En la ceremonia, padres y padrinos contienen, miman y sostienen al bebé como símbolo de lo que vendrá; la crianza y educación de la criaturita serán compartidas.
El resto de los familiares apoyarán a la pareja y a los padrinos en su rol, amando y aconsejando.
Un hijo en la familia es una gracia que se festeja comprometiéndose  a enseñarle los principios espirituales al niño:
·        La importancia de valorar la vida, en primer lugar
·        Desplegar la bondad
·        Actuar con humildad
·        Manejarse con amor
·        Sentir compasión
·        Vivir honradamente
·        Ser íntegro
·        Y saber que hay una fuerza mayor que podemos llamar Dios, asistiéndonos y guiándonos.

Estos principios se irán desglosando a medida que el pequeñito crezca y haya que mostrarle con el ejemplo lo que decimos con palabras sueltas.

Criar  a un niño o ayudar a hacerlo nos favorece a todos como comunidad, porque las virtudes se van instalando en cada uno de los involucrados.

                                                                   Lic. Ivana Rugini

lunes, 4 de junio de 2018

Cristo Redentor de los Andes



Mendoza fue el destino de unas vacaciones. Me intrigaba cómo era el límite entre Argentina y Chile, más allá del paso aduanero Las Cuevas; cómo se divide un mismo territorio en dos; por dónde pasa la línea que marca tan perfectamente el mapa pero que en la tierra física esa línea queda a la buena de Dios.
Así que hablando de Dios, me impactó la escultura de un Cristo Redentor en plena Cordillera de los Andes y la historia cuenta que  fue colocado allí  para hermanar a dos pueblos en conflicto.
Justamente, el límite entre uno y otro fue el motivo que comenzó a plantear una guerra.
Después de discusiones políticas se llegó a un acuerdo y el Cristo apacigua a argentinos y chilenos señalando el límite imaginario entre las dos naciones.
Si bien el trabajo diplomático indiscutiblemente se hizo, lo que se ve  hoy es este  bronce reciclado de antiguos cañones que ayuda a dar vuelta la página a pesar de existir aún trincheras del lado argentino y bombas del lado chileno.
Considero al Cristo de los Andes, es el símbolo  del “borrón y cuenta nueva”.
Creo que todos nosotros tenemos un punto, un aspecto que duele y cada uno queda estancado ahí. La vida sigue su curso, pero ese dolor no se sana por más que se intente, se hable, se blanquee,  se exponga. El tiempo pasa pero la herida queda. No podemos avanzar en todos los planos si estamos atrapados en una situación/relación/dolor.
En eso andaba pensando  cuando vi claro cómo y con cuánta desesperación esperamos la redención, que otro venga y nos exima; la cuestión es que aunque nos la den, la salvación tiene que ser interna.
Se dice que Jesús nos redimió; el problema es que nosotros no nos sentimos redimidos, por lo tanto seguimos actuando como antes: frustrados, expectantes, víctimas, adictos, dependientes, fracasados, mediocres, oportunistas, inmaduros, manipuladores, agresivos, celosos, soberbios…
Redimir es salvar, rescatar y liberar. Es renovarse, transformarse y evolucionar
Realmente, cuando estuve ante Él solo me dejé inundar por la imponencia del lugar, lo difícil que fue el ascenso hasta allí, con choferes especializados que no le temen a las cornisas y caminos angostos.
La reflexión profunda vino a medida que descendíamos sin mirar para abajo; de hecho, el guía, en los momentos álgidos se paraba en el medio de los pasajeros y comenzaba a explicar algo  para que centremos la atención en él y no en el peligro de la montaña.
Ver un Cristo Redentor en plena cordillera, invita a renovar  los votos con la salvación interna, con el borrón y cuenta nueva de las cuestiones personales.
El hombre demuestra su estado de evolución cuando la Comprensión y la Compasión abarcan más territorio. Ese es el terreno que hay que abonar.
                                              
                                                                                                                                                                                                                              Lic. Ivana Rugini

lunes, 14 de mayo de 2018

Dejarse guiar




 Una amiga propuso una escapadita y a diferencia de las excusas que solía poner ante lo que está fuera de la rutina, acepté de inmediato llamándome la atención el modo y la rapidez con que lo hice. Es como si ella hubiera concretizado la  solución a lo que yo venía sintiendo pero que en el barullo de la vida, no  podía “ver”.
Comprendí que tenía que dejarme guiar, que me estaba siendo de gran ayuda al rescatarme de la vorágine de todos los días, porque hasta los fines de semana uno llega a hacer lo de siempre.
 Me hizo dar cuenta de la importancia de tomar aire, de alejarse un poco de lo conocido, entrar en contacto con otro lugar, con la naturaleza, y específicamente con el poder del agua termal.
Más allá de lo que expliquen los folletos del lugar, en la primera inmersión sentís que se apaga la actividad mental. Ya no hay discusiones, ni preocupaciones, ni enojos, ni asuntos pendientes. Estas ahí sintiendo el agua  a 35 o 36 grados y nada más.
Estando ahí, sintiendo esa paz- tranquilidad= felicidad te das cuenta de todo el estrés con el que venías  y convivías a diario.
Esa serenidad que cuesta describir se manifiesta en respuestas como: “no hay problema”…
Comer esto o aquello, acá o allá, ahora o después; da lo mismo.
No importa el clima, ni la temperatura del ambiente, ni la hora que es. Todo está bien.
El agua mineralizada o termal, caliente tiene diversos efectos en el cuerpo de los hombres y las mujeres. Se pueden dividir en tres tipos: químicos, físicos y biológicos, pero todos actúan al mismo momento. El baño aumenta la temperatura corporal, mata gérmenes y virus, incrementa la presión hidrostática, la circulación sanguínea y la oxigenación, ayudando a disolver y eliminar las toxinas.
Como aumenta la oxigenación, mejora la alimentación de los tejidos en general, ayudando en los procesos metabólicos y estimulando las secreciones del estómago y el hígado, facilitando la digestión.
También se ha comprobado que mejora y estimula el sistema inmune, que relaja la mente, aumenta la producción de endorfinas y regula las funciones glandulares. Estos efectos en el cuerpo se deben a los minerales que contienen las aguas, como ser magnesio, calcio, azufre y carbono

Pensando en tanta gente absorbida por los problemas y la ansiedad, la naturaleza nos da la manera y el lugar para escapar de esos estados. Siempre hay un impulso de salir o un amigo que invita, obliga o empuja…

                                                                                           Lic. Ivana Rugini


martes, 8 de mayo de 2018

Coraje



Cerquita de Capilla del Monte, Córdoba,  se encuentran las Grutas de Ongamira. Rogué al cielo para que a pesar de ser un día de llovizna, el tour se realizara completo tal como lo había prometido la agencia de viajes.
Después de visitar y comentar referencias de diferentes lugares, el guía presentó con entusiasmo y respeto algo que ni más ni menos era un … cerro. Para mí, hasta ese momento, era un cerro más de los tantos que hay en la provincia de  Córdoba.
Pero la percepción de ese cerro cambió al empezar a escuchar la historia que con dolor atesora esa región y sobretodo, ese montículo de tierra.
Por poco me arrodillo para pedir perdón por no saber en qué sitio estaba parada con aires de superada, de moderna y de “civilizada”.
Cuentan que cuando los españoles estaban pisándoles los talones y con sus hombres muertos en contienda; los ancianos, las mujeres y sus niños se arrojaron  para no caer en manos de los españoles. Los comechingones saltaron desde las alturas para no ser sometidos por extraños que invadían, usurpaban y descalificaban su sabiduría.
De esta manera, el Cerro Charalqueta que simbolizaba al  dios de la alegría del valle, pasó a llamarse Colchiquín o Colchiquí, dios de la fatalidad.

La valentía de los hombres peleando por su tierra, me atravesó, pero el coraje de esas madres al empujar a sus hijos al barranco…me dejó inmovilizada un tiempo no sé de cuántos segundos o minutos.
¡Qué coraje debieron sentir para tener tan claro lo que había que hacer, para evitar un mal peor!
Me pregunto quién hoy en día tiene las cosas tan claras…
¿¡Quién no se somete!?
¿¡Quién no se deja manipular!?
¿¡Quién no se deja invadir!?
¿¡Quién se dignifica tanto!?

En ese paseo por un lugar “turístico” uní el concepto del coraje con la dignidad y a partir de ese día, solo espero estar a la altura de ese pueblo nativo que se inmoló por respeto propio.

Hay que ser valiente para respetarse.

                                                             Lic. Ivana Rugini

viernes, 4 de mayo de 2018

Mendoza y el Cóndor


Conociendo Mendoza, la visita obligada fue el Parque General San Martín y toda su gran magnitud que apabulla;  pero ante el tamaño y la belleza de ese sitio, mis ojos se posaron en la escultura de un Cóndor que da la bienvenida sobre el portón de ingreso.
En el mismo parque, entre fuentes y esculturas maravillosas, se encuentra el homenaje al Ejército de los Andes, el Monumento del Cerro de la Gloria.


 La obra tiene una base de piedra cordillerana. La figura ecuestre de San Martín lo muestra pensativo, con los brazos cruzados sobre el pecho y mirando al horizonte. A sus costados hay dos grupos de los históricos Granaderos a caballo. Detrás hay tres frisos con sucesos relacionados con la formación de aquel ejército. Hay imágenes de fray Luis Beltrán; de mujeres donando joyas para aportar fondos a la campaña junto a gente humilde dejando objetos y otra con lo que fue la partida hacia Chile.

Los frisos laterales tienen 15 metros de largo por tres de alto y hasta un metro de profundidad. Además, están los escudos de los tres países que liberó ese ejército. En la cumbre de la obra se ve una mujer con cadenas rotas en sus manos, como símbolo de la libertad. Junto a ella grupos de Granaderos en acción de ataque y un cóndor con las alas desplegadas, símbolo de la cordillera. http://www.diasdehistoria.com.ar/content/la-historia-del-imponente-monumento-del-cerro-de-la-gloria
En mi mente resonaba la enseñanza espiritual del cóndor y su relación intrínseca con la libertad.
Siendo el ave voladora más  grande del mundo, invita a descubrir su hermosura, ya que no la ostenta en su exterior. Es a través de sus acciones como representa una  gran obra de bien  para el hombre y el ambiente.


Es carroñero y pese a tener una connotación negativa, la mayor enseñanza nos la da por esa característica. No mata, come cadáveres nutriéndose de lo que provocaría contaminación e infecciones.
Limpia el entorno, recicla volviendo útil y nutritivo lo que aparentemente  ya no lo es. Llevándolo a la sociedad, toma un rol que muchos consideran de manera peyorativa pero que al registrar en profundidad su labor, se puede considerar su importancia.
También, la visión del cóndor y su elevado vuelo invitan a ver las situaciones que nos atascan desde arriba, teniendo un mayor y mejor panorama acerca de donde venimos y hacia donde vamos.  Necesitamos esa visión panorámica para no ahogarnos en un vaso con agua y para no repetir errores!!!!
Cuánta sabiduría transmite el cóndor, a quien se detiene a valorarla.
Con solo observar sus costumbres, remueve creencias que nos obstaculizan, hábitos dañinos que no colaboran con la vida en comunidad ni con nuestro despliegue.
La cuestión, es que la visita a ese Parque caló hondo en mí porque al estar frente a ese imponente Monumento, pisando ese suelo, viendo las cadenas rotas, me hizo comprender que hay cadenas internas que ningún prócer ni héroe puede cortar por nosotros. Debemos preguntarnos qué hábitos y comportamientos debemos quitarnos, en qué aspectos nos sentimos sometidos, qué traumas nos atan al pasado, etc.
Mendoza, la cordillera y el cóndor  enseñan la importancia de la libertad que ya poseemos, que ya mismo podemos vivir y disfrutar en menor o mayor medida, dependiendo de cuanto nos animemos  a trascender.

                                                                        Lic. Ivana Rugini





domingo, 29 de abril de 2018

Un cumple de “10”




Llega tu cumpleaños, hija querida, y a diferencia de otros años en los cuales te cerciorabas de que haya recordado todos los requisitos y peticiones para el gran día, ya no pedís.
Ya no te cautiva la cantidad de publicidades de juguetes, accesorios, o cualquier otra cosa para consumir en la que te zambullías hasta acordarte de memoria los slogans.
Aprovechando que estás transitando una etapa que ya no es tan material y concreta, llegó el momento de que mis regalos sean abstractos y profundos…

Te regalo Amor por sobre todas las cosas. Un amor tan grande y puro que puede abarcar varias virtudes que también se pueden obsequiar por separado.

1-Te regalo Alegría para que puedas encontrarle el lado positivo y hasta gracioso a cada situación que transites; y de esta manera, la Armonía te acompañará, promoviéndote  buena salud.
2- Te regalo Compasión, que puede traducirse como bondad y que deja huella en cada acto y pensamiento que expresás.
3- Te regalo Confianza en vos misma, y en los demás; porque estás en una edad en la que hay que atravesar la  desvalorización y se está pendiente de la aceptación de los otros.
4- Te regalo Gratitud, por todo lo que ya tenés, y  por lo que aún no. Esa es la base de la prosperidad (agradeciendo se manifiesta la “gracia”)
5- Te regalo Libertad de mostrar tu esencia maravillosa y puedas  romper estructuras (en primer lugar, las mías).
6- Te regalo Perseverancia, que es la clave para que logres tus objetivos.
7- Te regalo Responsabilidad porque a tu edad se plasman a fuego las cuestiones morales de ética y lealtad.
8- Te regalo Fe, que es todo lo opuesto al miedo.
9- Te regalo Paciencia, que es la Ciencia de la Paz para que lleves calma y tranquilidad a donde vayas, entendiendo que hay tiempos y cuestiones que no dependen de vos.
10- Te regalo Discernimiento para que identifiques lo que te sirve de lo que no, y así, acompañes el fluir de la vida.

Cada hora de cada día de cada año intenté emanar todas estas cualidades para que en algún instante inesperado, hagas el click, y sin saber cómo, formen parte de vos. La felicidad es una consecuencia de saber y poder construir momentos preciosos; así que la Felicidad no puedo regalártela. Tenés que crearla y sentirla vos. Yo  solamente puedo ayudar ofreciéndote estos regalos que son herramientas para la vida.

Te regalo todo lo que soy y lo que tengo.  Te regalo mi ejemplo para que lo trasciendas, mis virtudes para que las incorpores y mis defectos para que seas mejor persona, mi tiempo para que lo aproveches y mi amor para que lo disfrutes.
¡Que pases un cumpleaños de 10!

                                                                                                                                                                                                                       Lic. Ivana Rugini



lunes, 19 de marzo de 2018

Los que causan rechazo




¿Qué le pasa a una mamá cuando su hijo no es de los niños agradables, dulces, tiernos, obedientes y simpáticos?
Se me presentó el registro vívido y nítido de la VERGÜENZA que sienten esas madres que ven lo que sus hijos provocan en otros…
Cuando una fantasea con la maternidad, no existe la posibilidad de que su hijo no sea aceptado por el entorno, pero la realidad supera cualquier fantasía, y hay hijos que causan rechazo.
Por supuesto que toda actitud o conducta de un niño puede ser leída por un profesional y conocer qué hay detrás, qué necesita esa criatura.
Pero esta vez me detengo en leer la tristeza, la desazón y la vergüenza que siente la mamá  de ese chico.

La crianza conjuga amor y educación; y en el desarrollo de ese pequeño debe tener lugar el despegue de los brazos de la madre para que lo tomen las manos de otras personas (familiares, amigos y docentes).
Pero cuando esa mamá se siente, o literalmente, está sola y no puede soltar al chico aunque quisiera porque del otro lado no hay nadie que lo agarre,
cuando ve profesionalismo en las maestras pero no amor,
carisma, pero no ternura…
Cuando ve buena intención por parte de sus compañeros,
esfuerzo por soportarlo, pero no amor; duele.
Cuando a un hijo lo miran de costado entre estudiándolo y notando que algo raro tiene, perfora el corazón.

Hay cuadros que causan lástima, pero hay otros que generan Rechazo…

¿Qué siente la mamá que es mirada, señalada, cuestionada, interpelada… porque su hijo no se porta “bien”, no se sienta “bien”, no come “bien”, no pide “bien” las cosas, interrumpe e irrumpe, corre, pega y muerde?.
El niño ya deja de tener nombre, para pasar a ser:
el que golpea,
el que grita,
el quisquilloso,
el que no come con cubiertos,
el que mastica con la boca abierta,
el que se limpia la boca con la manga,
el que no para,
el enojado,
el que rompe todo, etc.

Voy a correrme del abordaje psicológico del niño, para registrar a esa mamá.
Lo primero que suele sentir es enojo hacia los otros que no tienen paciencia, no entienden y no saben. Y no, no tienen por qué saber lo que le pasa internamente a ese chico y cómo encara su crianza esa madre. ¿Cuánto hace y cuánto no puede, cuánto cree que hace bien pero genera un mal mayor?
La clave está en no rendirse, en no resignarse a que “ya hice todo lo que pude, ya está, es así”.
El entorno necesita ver compromiso, entereza y ser guiado para poder aportar su granito de arena en la educación de ese chico y la contención de la familia.
Habrán escuchado: “y de esos padres ¿qué podes esperar???”…
Con esa frase el entorno manifestó que también se resignó. Ya no apuesta más ni por los grandes ni por el pequeño.
Buscar ayuda profesional es la solución para el niño que precisa que lo encuadren, para la madre que precisa que le digan cómo, y para el entorno que quiere colaborar sin pasar por arriba de la voluntad y los tiempos de la familia.

El diagnóstico no sólo le sirve a los médicos y profesionales de la salud para encaminar los recursos, sino a la familia y sus seres cercanos porque cuando se identifica el problema, se conoce cómo hay que intervenir, cuál es el pronóstico, se manejan las expectativas y se encauza la ayuda en red; y así la convivencia se hace más “fácil”, ya que cada uno sabe qué hacer y qué esperar.

Si no hay un diagnóstico formal, hay uno informal: “ hiperactivo, caprichoso o el que más le duele a una madre, malcriado”.

Quedarse en la vergüenza es hacer más grande un problema.
Porque cuando lo que sobresale es lo lindo, es un orgullo. Pero cuando lo notorio es un defecto, de nada vale enojarnos, hay que hacer algo en consecuencia, no ensimismarse.

Como hay alguien que juzga, hay otro que comprende. Como hay alguien que ignora, hay otro que se compromete. 
La vergüenza carcome, pedir ayuda, libera.

Lic. Ivana Rugini