La
navidad es un momento en el año en el que se conmemora la llegada de un ser que
vino a DAR enseñanza, ejemplo y sobretodo, esperanza.
Hoy
algunos lo consideramos MAESTRO, pero aunque haya quienes no crean en Él, con
el solo hecho de dar algo de sí mismos, ya se está inmerso en el Espíritu de la Navidad.
Registremos
cómo nos van invadiendo, días antes del esperado 25 de diciembre, unas ganas imperiosas de
hacer balance del año, recapacitar, perdonar, unir, invitar, valorar, regalar…
Es en el obsequio, en el “presente”, que
uno quiere plasmar todo eso que siente y agradece. La Navidad nos ofrece una
fecha para poder enfocarnos en ser mejores personas, para sanar aquello que nos
envenenó, para regalar por el simple objetivo de estar “presentes” y honrar a
los que están “presentes”, para aprender
de los errores y renacer (natividad) a lo bello con un nuevo pacto de querer
aprovechar las oportunidades de la vida.
La
gratitud es primordial. Agradece aquella persona
que disfruta de la vida y que se deja sorprender por lo espontáneo, por la
belleza efímera y pasajera de las pequeñas cosas, que son los regalos que nos
da la vida misma.
Lic. Ivana Rugini
Terapeuta holística.
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